En España, muchas empleadas domésticas extranjeras enfrentan situaciones de vulnerabilidad, especialmente aquellas en situación irregular y las trabajadoras transfronterizas. La modalidad de interna, aunque legal, conlleva riesgos como abusos y falta de protección legal. Las trabajadoras irregulares sufren precariedad laboral, salarios bajos, discriminación y riesgos a la salud.
Además, perder el empleo implica perder su vivienda y enfrentar dificultades para empadronarse. Por otro lado, las trabajadoras transfronterizas, principalmente marroquíes, cruzan diariamente a Ceuta y Melilla para trabajar en el empleo doméstico. La situación empeoró con el cierre de fronteras debido a la pandemia, provocando la pérdida de empleo y derechos asociados.
Aunque la frontera reabrió, nuevas restricciones complican la situación laboral y familiar de estas trabajadoras. Ambos grupos enfrentan condiciones laborales precarias y falta de protección legal, lo que requiere una revisión de las políticas en el siglo XXI, desde una perspectiva interdisciplinaria.
Objetivo
Analizar las condiciones de vida y de trabajo de las empleadas de origen migrante que están situadas en los segmentos más vulnerables de este sector laboral en España, desde un enfoque de derechos y con perspectiva de género.